Una de las facetas más importantes de la labor del Cuidador es la atención social y emocional de las personas a las que cuidan. A continuación se enumeran una serie consejos para mejorar los cuidados de una persona con dependencia:
1. Salir a dar paseos: siempre que la persona tenga un mínimo de movilidad, el salir a dar un paseo le ayudará a romper con esa sensación de aislamiento.
2. Escucharle y conocerle: hablar con la persona, preguntarle cómo está y contarle cosas que pasan en la ciudad y el barrio, le hará sentir parte de su comunidad Por otro lado, involucrarse con las cosas que le gustan para buscarle pequeñas distracciones que le hagan más ameno su día a día, como por ejemplo escuchar música, leer un libro o ver un programa de televisión.
3. Mantenerle en contacto con sus amigos y familiares: organizar de vez en cuando comidas familiares, o acompañarle a ver a sus amigos o que estos les visiten a su casa, es esencial para que la persona se mantenga involucrada y se sienta menos sola.
4. Hacerle sentirse seguro: añadir un cerrojo extra o darle un móvil y enseñarle a usarlo en caso de emergencia puede ayudar a que la persona se sienta más tranquila.
5. Llegar a acuerdos: tomar en consideración las preferencias de la persona a la que se cuida, en lugar de darle siempre lo mismo de desayunar o hacer las mismas actividades por la tarde, preguntarle que le apetece y llegad a algún acuerdo y permitirle algún capricho de vez en cuando.
6. Darle el control de pequeñas cosas: hay que tratar de darle autonomía siempre que se pueda pero facilitándole las cosas: permitiéndole peinarse, ir al baño solo/a; dejándole todo a mano donde pueda encontrarlo; poniéndole apoyos en el baño o ducha. Por ejemplo, un detalle muy importante, es dejarle el mando de la tele a mano o dejarle sus emisoras de radio pre sintonizadas.
7. Tener paciencia y hablarle con cariño: en la medida de lo posible, los cuidadores deben dirigirse a la persona con dependencia con cariño y dulzura y, sobre todo, tienen que ser pacientes. Por ejemplo, si tarda mucho en comer, dejarle a su aire u ofrecerle ayuda de manera sutil y si se resiste a la ayuda, que se tome su tiempo. Si se le cae algo o tiene cualquier problema, quitarle importancia al asunto y decirle que es normal, así lo seguirá intentando.
8. Pasar tiempo con él/ella: buscar un juego en común o algo que os guste hacer juntos (cocinar, regar las plantas, cuidar de una mascota), esto ayudará a estrechar los lazos. Incluso se le puede pedir que ayude con alguna pequeña labor de casa, se sentirá muy útil.
9. Hacer que se sienta acompañado/a: contarle en todo momento qué estás haciendo y por qué, sentirá que se le tiene en cuenta y sabrá siempre dónde estás por si te necesita. Por ejemplo, si está en silla de ruedas y se va a estar toda la tarde en la cocina, llevárselo consigo, aunque se esté atendiendo a la cocina.
10. Tocarle y profesarle muestras de cariño: el hecho de tocarle el hombro cuando te acerques a preguntarle algo, o darle un beso antes de dormir, le hará sentirse muy querido/a. Son esos pequeños gestos que se pueden regalar y que le hará feliz.
Artículo original: http://www.elrincondelcuidador.es