Desde este pequeño rincón, que puede representar un lugar de alivio para muchas personas, me pongo a tu disposición, orgulloso de contribuir a cuidar de ti, de tu familia y de nuestras personas mayores.
Mi fortaleza es mi entusiasmo por ver cuánto de grande y de bueno hay en cada una de las personas con las que tengo la inmensa suerte de encontrarme. Generar herramientas para el cuidado a la persona, ofrecer formación para hacer profesional el sector de la atención al más débil, investigar cómo mejorar cada día para facilitar una atención digna, poner los medios técnicos y humanos a tu disposición e impulsar una conciencia social hacia una responsabilidad social de atención a los mayores, son las aspiraciones que me ilusionan cada día.
Me preocupa pensar que existen personas que después de haberlo dado todo en la vida, en su vuelta a la debilidad más inmensa, no tienen cómo defenderse y, lo peor de todo, que otras personas puedan aprovechar esa fragilidad en su beneficio, sin tener ningún tipo de ética y respeto por el legado de los mayores.
Es un orgullo saber que formo parte de un equipo inmenso de gente grande, que cuida y protege en todos los sentidos a nuestras personas mayores y con discapacidad y que les ayudan en su fragilidad. Estoy entusiasmado de conocer a personas que comparten mi motivación y que buscan la inspiración y herramientas necesarias para su labor, algo que desde Adiper les podemos ofrecer para hacer más fácil esta apasionante y ardua labor.
Nuestro mundo evoluciona a un ritmo desenfrenado. En gran medida, vamos asumiendo la responsabilidad de atender al más débil. Pero necesitamos hacerlo con más impulso y precisión y, lo más importante, hacerlo de una forma holística, en la que estemos todos implicados. Desde este rincón, mi intención es luchar por esta misión, combatir situaciones que nos avergüenzan como sociedad e individuos y potenciar las que, por el contrario, despiertan lo mejor que hay en nuestra sociedad y nos llenan de orgullo.
Tengo la suerte de relacionarme, con muchas personas que me cuentan sus bellas historias de amor y cuidados hacia sus mayores, y también me ha tocado escuchar las miserias que me recuerdan la urgencia impetuosa de impulsar una conciencia social desde la base.
Todos los días son un buen momento para comenzar a cuidar a quienes lo necesitan más.
Si tu dedicación, al igual que la mía y la de mi equipo, es proteger a alguien mayor y vulnerable, sabes que no hay descanso ni tranquilidad para hacer frente a este maravilloso y gran reto del envejecimiento.
Es esta una tarea ingente que nos hace mejores, que saca nuestra mejor cara como individuos y como sociedad.
Porque dar calidad de vida a quienes la necesitan y la merecen es una utopía posible que da sentido a lo que hacemos en ADIPER.
Nuestro equipo vive por y para ese compromiso al que te pedimos que te sumes. Quédate a nuestro lado, defendiendo esta causa común de personas que viven para cuidar a otras personas, para ayudar al más débil y para crear una red en la que todos sumemos.
¿Nos acompañas?
