Hace un tiempo os hablamos de las úlceras por presión y nos gustaría recordar algunas cosas importantes para evitarlas.
Para empezar queremos explicaros qué es una úlcera por presión.
Cuando una persona que tiene movilidad reducida, pasa mucho tiempo en cama o en una silla de ruedas en la misma postura, es muy probable que le salgan llagas o escaras en algunas partes de la piel que están más cercanas a los huesos, como los talones, los tobillos, la parte de atrás de las rodillas y de la cabeza, o las caderas. Estas heridas son conocidas como úlceras por presión.
Al estar una persona inmóvil durante mucho tiempo en una misma postura, la presión que se ejerce en ciertas partes del cuerpo provoca que la sangre que circula por esa zona disminuye y, si esto es prolongado, termina por formarse una llaga. Si estas úlceras por presión no se tratan pueden llegar a crear infecciones graves por lo que tener un control de las mismas o prevenir su aparición es realmente importante.
Cómo evitar las úlceras por presión
A continuación, vamos a dejarte unos consejos para evitar la aparición de las úlceras por presión:
1 La higiene es muy importante, por eso es vital mantener la piel de la persona con movilidad reducida bien limpia y seca. Para ello es mejor lavarla con jabones que no le produzca irritación en la piel. Los que contengan miel o aloe vera pueden ser una buena opción.
2 Observar la piel cada día. Además, siempre hay que mirar detalladamente las zonas más delicadas a estas escaras como los tobillos, codos, talones, caderas….
3 Usar cremas hidratantes que se absorban rápidamente. Y en las zonas que suelen estar más húmedas como la zona del pañal, además que la crema sea protectora, que cree una capa de protección.
En cuanto a la movilización es mejor recurrir a profesionales cualificados para que le ayude a los cambios posturales que deben hacerse cada 2 o 3 horas. Lee más sobre las diferentes posiciones en nuestro artículo anterior.
