Para la mayoría de las mujeres de España, conseguir la conciliación familiar y laboral es “misión imposible”. Los horarios, en la mayoría de los casos, no permiten compartir momentos en familia. La comida, por ejemplo, queda desplazada a los fines de semana. Atrás quedaron esas mesas llenas de gente, compartiendo las experiencias diarias.
El problema se agrava en las mujeres mayores de 45 años, cuyos padres comienzan a ver disminuida su autonomía. Más aún si hablamos de dependencia y/ o demencia. Es entonces cuando se produce mayor índice de absentismo laboral, menor rendimiento en el trabajo debido al cansancio, estrés acumulado, problemas de salud e incluso divorcios.
El reparto desigualitario de las tareas domésticas y los cuidados familiares ejercidos principalmente por el sexo femenino, envuelven a las mujeres en un manto de responsabilidades adquiridas culturalmente, el cual es muy complicado desprenderse.
Es aquí donde las empresas juegan un papel muy importante. Es el momento de reflexionar y ponerse manos a la obra para hacerse una Empresa Socialmente Responsable.
Si en los años 70, la sociedad entendió que era necesario articular guarderías infantiles para facilitar la incorporación de la mujer al mercado laboral, y así poder conciliar la vida laboral con la familiar; la sociedad, debe de entender, la necesidad de gestionar el envejecimiento de la población y sus consecuencias.
¿Cómo deben de actuar las empresas y entidades públicas?
Procurando la conciliación y facilitando a hombres y mujeres los cuidados de sus progenitores. Las fórmulas son muchas. Desde la transformación en Empresa Familiarmente Responsable; lo cual requiere la revisión de horarios y procurar la adaptación de los mismos a las necesidades familiares. Hasta el ofrecimiento de cuidados domiciliarios y centros de día para personas con autonomía reducida, pasando por Empresas Senior Friendly. Esto último supone el reconocimiento de medidas favorecedoras de la integración e inserción del colectivo Senior.
Es el momento de afrontar el cambio demográfico y adaptarnos a las nuevas medidas de conciliación.