Los robots cuidadores: ahora todavía nos puede sonar a ciencia ficción, pero la idea no es tan descabellada. En Japón, país más envejecido del mundo, ya han comenzado a pensar en alternativas a los cuidadores de siempre. Pero no sólo en Japón se han llevado a cabo experimentos con robots, también en Francia, Bélgica o Australia se han utilizado e investigado los efectos de estos autómatas en los pacientes/ancianos.
Previsiones de futuro según la tendencia demográfica actual
La teleasistencia, las mascotas electrónicas, los ayudantes o asistentes virtuales se presentan como una solución de futuro para el cuidado de una población cada vez más envejecida.
Según Naciones Unidas, en la actualidad 1 de cada 11 personas (9%) son mayores de 65 años, y para 2050 se prevee que 1 de cada 4 personas tendrá más de 65 años (19% de la población mundial). En 2018, por primera vez, el número de personas mayores de 65 años superó al número de niños menores de 5 años en todo el mundo.
Las mejoras sociosanitarias de las últimas décadas han logrado un gran aumento de la esperanza de vida y una mejora considerable de la salud de la población. Si a esto le sumamos la disminución de la tasa de fertilidad, nos enfrentamos a un crecimiento de la población mayor sin precedentes en Europa. Lo que significa que la demanda de servicios de salud y profesionales sociosanitarios cualificados aumentarán considerablemente en las próximas décadas.
Robots cuidadores
Prácticamente la totalidad de la actividad humana está siendo influida por la robótica, hemos incorporado robots para realizar muchas tareas repetitivas y tediosas para el hombre, o simplemente desagradables como la gestión de residuos peligrosos. La agricultura, la asistencia sanitaria, la educación o el transporte ya han conseguido mejorar gracias a la robótica. Lo que se pretende con ella es conseguir aumentar el bienestar de las personas facilitando la realización de sus tareas cotidianas.
Actualmente ya se utilizan tecnologías de apoyo en la asistencia a personas mayores como puede ser la teleasistencia, incluso otros productos no tecnológicos que facilitan las actividades cotidianas son considerados como tales. Sin embargo, los robots cuidadores se consideran tecnologías asistivas de alta tecnología, y como todo tiene defensores y detractores.
Aliviar la carga de los cuidadores
No se trata de sustituir a los cuidadores, sino de aliviar la carga de trabajo de estos. Por ahora los robots cuidadores son todavía una utopía, y va a costar que la gente se habitúe a su presencia. Sin embargo, en los hogares de ancianos y hospitales donde se han implantado la acogida por parte de los mayores ha sido buena. Se han encariñado con el robots cuidador, lo han utilizado para terapias de grupo, sesiones de ejercicios, juegos, etc. Es el caso de Zora, un pequeño robot controlado por un enfermero, que puede incluso mantener una conversación puesto que se controla con un ordenador.
Está claro que en un futuro se conseguirá, pero por ahora los robots todavía no dispensan medicamentos, ni puede asear a los pacientes o darles de comer. Tampoco sustituirán el cariño que un cuidador pueda aportar, ni las atenciones o caricias que pueda tener para con el mayor. Sin embargo, la realidad es que en 2050 se alcanzarán los 2100 millones de personas mayores de 60 años, así pues no nos quedará mas que servirnos de la robótica asistencial para complementar la falta de personal necesario para mantener los cuidados de una sociedad envejecida.