El grado de autonomía de una persona dependiente está muy influenciado por su actitud y el comportamiento de sus familiares y cuidadores. Por ello, debemos tratar de fomentar en la medida de lo posible su autonomía y movilidad. Podemos dejarle hacer aquellas cosas que pueda hacer, aunque le lleven más tiempo, felicitarle por sus acciones realizadas, tratar de ayudarle y explicarle cómo hacer otras, y poniéndole fácil el entorno, para que la persona gane autoestima y esté motivada para adquirir la mayor autonomía posible.
Veamos a continuación unas sencillas acciones para ayudar a la persona dependiente a ganar autonomía:
- Dejarle a mano cualquier cosa que pueda necesitar.
- Recurrir a ayudas técnicas para adaptar la casa a sus necesidades y que le faciliten sus rutinas diarias.
- Tener siempre su habitación ordenada y con buena iluminación y temperatura para que la persona se sienta cómoda.
En cuanto a la movilidad, es fundamental estimularla porque de no ser así conlleva un gran riesgo para la persona, tanto físico como psicológico (insomnio, flebitis…). Al igual que el sistema músculo-esquelético, que es el más afectado y desencadena otros problemas como las atrofias y dolores, incluso problemas cutáneos.
Para la inmovilidad es aconsejable:
- Cambiar a la persona de postura cada dos o tres horas y utilizar almohadas para reducir la presión de las zonas de apoyo.
- Cuidar la piel y mantener siempre limpia e hidratada, y mostrar especial atención a las zonas húmedas (axilas, ingles, etc). También es aconsejable evitar ropa ajustada y pliegues en las sábadas.
Y como no mencionar la importancia del ejercicio físico. Siempre bajo las indicaciones de un profesional. Existen dos tipos de ejercicio para personas con dependencia, los activos, en los que la persona puede realizarlos por sí misma, y en este caso la labor es más de motivación y estimulación. Y por otro lado, los ejercicios pasivos, que necesitan de la ayuda del cuidador y son principalmente para evitar la rigidez. Éstos últimos deben ser realizados sin causar dolor.
Por lo tanto, con estas recomendaciones de ayuda a la dependencia, podemos conseguir que la persona dependiente tenga una mejor calidad de vida.