El aumento de la esperanza de vida trae consigo un aumento de las enfermedades mentales relacionadas con la edad, como puede ser el Alzheimer. Resulta además que esta enfermedad es la primera causa de demencia en los países desarrollados. Según la Confederación Española de Alzheimer, el 70% de las demencias diagnosticadas resuelven en Alzheimer. Pero ¿Qué podemos hacer los cuidadores por estos enfermos?¿Cómo cuidamos la salud mental de los mayores?. Intentaremos darte unas pautas y ciertos recursos para que trabajes con ellos.
La importancia de la estimulación para la salud mental
El Doctor Juan Carlos Molina Yons, al que tuvimos la suerte de entrevistar, ya nos habló de la importancia de ejercitar la mente: “en la medida que más se estimule el cerebro, menos probabilidades tendré de padecer una demencia degenerativa de forma temprana. Por eso que es tan importante potenciar las conexiones neuronales; aprender experiencias, un nuevo arte, un nuevo idioma, tocar un instrumento, relacionarse con la lectura con la pintura, etc”.
La estimulación cognitiva es la terapia más utilizada en los últimos años con enfermos de demencias en las fases leves o moderadas. También se aplica en estados más avanzados de demencias, pero en estos casos el beneficio que puede aportar es el de mantenimiento de las capacidades funcionales o neuronales.
Esta terapia trabaja la plasticidad del cerebro mediante ejercicios para mejorar las capacidades cognitivas, y así ralentizar dicho deterioro. Trabaja áreas como la memoria, el lenguaje, el cálculo o la lecto-escritura, pero es muy importante en este tipo de terapias adaptarlas al nivel de deterioro del enfermo.
¿Cómo trabajamos el deterioro cognitivo?
Con la aparición de los primeros síntomas, o en los estadios de desarrollo leve o moderado, funciona muy bien la musicoterapia. A través de la música pueden recordar o evocar acciones pasadas. Sus canciones favoritas pueden ayudar a traer recuerdos emotivos del pasado. Recuerdan lo que hacían mientras escuchaban su música, y esto ayuda a fijar recuerdos, y sobre todo con su autoestima.
Leer la prensa diaria por ejemplo, y comentarla, también ayuda con la memoria de los enfermos en los estadios tempranos o moderados. Pues trabajamos la comprensión lectora, el lenguaje y también la memoria de fijación. Sin embargo todos estos ejercicios deben llevarse a cabo por profesionales, por supuesto los familiares pueden ayudar. Pero son los expertos los que van a decidir qué ejercicios necesitan según las características del enfermo y la enfermedad en cuestión. Pues si no tenemos conocimientos, estas prácticas pueden ser contraproducentes, y podemos frustrar al enfermo.