Contratar un seguro, de salud, de vida, de defunción o decesos, es una tarea relativamente sencilla ¿verdad? Pues no lo es tanto cuando se quiere contratar un seguro con más de 65 años. A partir de ese momento, empezamos a encontrar “peros” que se traducen en aumentos del importe de la prima de la póliza, disminución de la cobertura que ofrece la aseguradora, o simplemente la desaparición de cobertura médica para ciudadanos de esta edad. Obviamente el riesgo que corre una aseguradora es infinitamente mayor con una persona de 60 años que con una persona de 30 años.
La edad, un factor clave para las aseguradoras.
La edad, las enfermedades o patologías que pueda sufrir una persona, son factores que pueden dejar fuera de cobertura médica a muchas personas.
Normalmente las razones que pueden llevar a una persona a contratar un seguro son, entre otras; la reducción en los tiempos de espera para acceder a una determinada especialidad, o la posibilidad de elección de médico u hospital que ofrecen las aseguradoras. Aunque lo más vistoso y llamativo es el servicio de hospitalización en un hospital privado, pues la idea de permanecer en una habitación individual, con una cama adicional para el acompañante es verdaderamente atractiva.
Sin embargo, la mayoría de aseguradoras excluyen de sus pólizas a personas mayores de 65 años.
Entonces ¿Se puede contratar un seguro con más de 65 años?
Afortunadamente, y como dice el dicho: cuando una puerta se cierra se abre una ventana. Y es que debido a una esperanza de vida cada vez mayor de nuestra población, se abre un nuevo nicho de mercado. Justamente las pólizas específicas para mayores de 65 años.
En este sector ya existen productos hechos a medida para la tercera edad, eso sí, con un importe más elevado de prima que para el resto de asegurados. Este tipo de producto suele incluir las mismas o similares coberturas de los seguros tradicionales, lo que añaden suele ser un cuadro médico supervisado por un geriatra o especialista en geriatría. Esta modalidad también se suele hacer cargo de los gastos de hospitalización, aunque esto suele estar sujeto a un copago o período de carencia.
En nuestro trabajo diario, lógicamente, colaboramos con diferentes compañías de seguros. Durante los servicios de Adiper, desde ayuda a domicilio, hasta el servicio de acompañamiento, nos relacionamos de diferentes formas con diferentes tipos de pólizas. Si eres cliente de Adiper, o vas a serlo, ponte en contacto con nosotros y vemos en qué te podemos ayudar.