Ayer se celebró el Día Internacional de la Solidaridad Humana promovida por la ONU. ¿Qué sería de Adiper sin la Solidaridad?
La labor del Cuidador está basada prácticamente en eso, la solidaridad, y hay que hacerlo valer.
Los cuidadores, tanto formales o profesionales como, especialmente, los informales, son unos claros ejemplos de solidaridad en el día a día con los demás. Pero en su caso, sobre todo, con la persona a la que prestan su cuidado y atención.
La solidaridad del cuidador.
Este tipo de trabajos, por el contrario de lo que muchos puedan creer, son trabajos en los que hay una gran devoción. No es fácil cuidar de otras personas. Cuando se cuida de un familiar, existe un vínculo habitualmente sanguíneo que nos lleva a realizar esta tarea. Diferente es el caso de las personas que se dedican profesionalmente a esto. Un cuidador debe prestar todo su atención y cariño a desconocidos. No es una labor sencilla. Requiere por tanto de un gran sentimiento de solidaridad hacia la otra persona, que con el tiempo termina por generarse un lazo. En muchas ocasiones, es incluso más fuerte que los propios lazos sanguíneos.
La solidaridad del cuidador profesional
El cuidador profesional debe contar con una gran profesionalidad, como hemos destacado en muchas ocasiones. Pero también debe poseer unas altas dosis de solidaridad. Su trabajo consiste en dedicar horas de su tiempo a cuidar a otra persona, a involucrarse con esa ella, a la que se llega a querer a un propio padre o madre. Muchas ocasiones estos vínculos van más allá del propio servicio profesional. Dedican incluso parte del tiempo libre a atender necesidades, principalmente de compañía, del usuario. Esto es así porque el corazón de una auxiliar debe ser muy grande para abarcar tanto cariño.
La solidaridad del cuidador informal.
Pero la solidaridad que demuestra un cuidador informal también es muy elevada, ya que éste cuidador, en la mayoría de las ocasiones, no sólo no recibe una retribución por su trabajo, sino que en muchas ocasiones tiene que realizar un trabajo adicional remunerado, más las tareas cotidianas propias de su día a día. Este tipo de rutinas no son fáciles de soportar, y deben ser algo que se haga desde el corazón, igualmente con mucho cariño y con mucho amor. Porque cuidar de otras personas es una tarea difícil y complicada en la que hay que darlo todo a diario, ponerse en la piel del otro y olvidarnos de nuestros problemas para tratar de empatizar con los suyos. Y, sobre todo, intentar no llevarnos sus problemas a nuestro hogar.
Feliz Día Internacional de la solidaridad
Por eso, con motivo del Día Internacional de la solidaridad, queremos felicitaros el día a todas las personas que son solidarias, bien entregando su tiempo, o bien dedicando parte de sus recursos económicos. Cualquier tipo de solidaridad es positiva y bien recibida.
Como indica Saluus en su último artículo, “La solidaridad debe estar, intrínseca en todas las áreas de la sociedad. Sólo así se consigue un pueblo amigable, una ciudad amigable, un país amigable, un planeta amigable.”
Pero queremos hacer una especial mención a los cuidadores y darles una especial enhorabuena por su tarea. Tanto cuidador formal como informal. Y desde aquí, animarles a seguir trabajando y luchando día a día por ser como son y dar siempre lo mejor de sí a los demás.
Desde Adiper deseamos que sigáis siendo así mucho tiempo y que no cambiéis nunca.
Feliz día de la solidaridad