En la mesa “Envejecimiento y empresa, retos y oportunidades”, el presidente de UNIR, Rafael Puyol, ha comenzado argumentando que “los sénior no son solo personas a las que vender cosas, a las que cuidar o entretener”.
DÍA 2, 23 DE SEPTIEMBRE – MESA REDONDA: ENVEJECIMIENTO Y EMPRESA, RETOS Y OPORTUNIDADES
En la mesa “Envejecimiento y empresa, retos y oportunidades”, el presidente de UNIR, Rafael Puyol, ha comenzado argumentando que “los sénior no son solo personas a las que vender cosas, a las que cuidar o entretener”. Son, según Pujol, “productores, trabajadores, emprendedores y voluntarios”. El trabajador sénior es, sobre todo “varón, entre 55 y 59 años, cada vez con mayor nivel de educación, a tiempo completo y en el sector privado, en el 80 % de los casos son asalariados y tienen mayor dificultad de encontrar un trabajo si pierde el empleo”. Pero, a pesar de este perfil, Puyol ha reconocido que sí existe edadismo, “basado en estereotipos y concepciones equivocadas, definiéndoles como más anticuados o trabajadores más caros”. Sin embargo, no hay razón para mantener esas ideas.
Por su parte, el Partner de Exec Avenue, Alfonso Jiménez, ha insistido en que el trabajo por cuenta propia “es un refugio” para este mercado que debe buscar el equilibrio entre edad de jubilación y trabajo. “La probabilidad de encontrar un trabajo por cuenta ajena a partir de los 50 años es menguante”, por lo
que este colectivo debe optar por el trabajo por cuenta propia, que es la alternativa real para “sentirse útiles y tener unas condiciones labores justas”. Esta opción laboral, según el perfil dibujado por Delrieu, ocupa al 17 % de los trabajadores españoles: “Es muy masculino, es más estable en el tiempo y uno de cada cuatro son sénior. Además, es un grupo que se va incrementando durante la vida laboral (a partir de los 45 años crece notablemente)”.
Por último, el consejero delegado de Atenzia, Benigno Lacort, ha expuesto cuáles son las oportunidades que existen hoy para los sénior en el mundo productivo. De hecho, la longevidad es “la mayor oportunidad para el mercado en el siglo XXI, si se hacen las cosas bien”. En primer lugar, es muy importante analizar el mercado competitivo, acompasar el modelo productivo al envejecimiento de la población y aprovechar los beneficios de las ciudades inteligentes. Y no se puede olvidar la relevancia de la tecnología, “que ha demostrado ser el cordón umbilical durante la pandemia”. De hecho, Lacort cree que “es urgente invertir en tecnología que ayude a cuidar de forma predictiva”.