El I Congreso Economía Plateada, que se celebró los días 22 y 23 de septiembre, en el Palacio de Congresos de Mérida, ha sido inaugurado por el consejero de Economía, Ciencia y Agenda Digital de la Junta de Extremadura, Rafael España; El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna y el presidente del Comité Organizador, Ángel Barrera. El encuentro, organizado por la Institución Ferial de Extremadura-FEVAL y Adiper Servicios Sociosanitarios, está patrocinado por Caixabank.
El consejero de Economía, Ciencia y Agenda Digital ha destacado la idoneidad de la celebración del encuentro, “el primero de este ámbito que se organiza en España”. Teniendo en cuenta el progresivo envejecimiento de la población, “debemos reflexionar sobre el futuro inmediato y diseñar acciones para adelantarnos a esa situación que tendremos”. Además, el consejero ha afirmado que la economía plateada “supone el 25 % del PIB en Europa y más del 45 % del consumo mundial lo realizan las personas mayores de 65 años”. En este escenario, España ha subrayado que la sociedad debe adaptarse a este fenómeno, impulsando espacios que fomenten el envejecimiento activo y retrasen la dependencia. “Nos encontramos ante un nuevo sector estratégico, que debemos incentivar y acompañar. La economía plateada es una oportunidad para las empresas ante la necesidad de nuevos bienes y servicios. Además, va a crear millones de puestos de trabajo y va a ayudar a incrementar el PIB mundial”, ha señalado. En este sentido, ha subrayado que las personas que pasan a la jubilación se convierten “en un nuevo grupo de consumidores que crece en capacidad adquisitiva”.
Por su parte, el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, ha destacado que los mayores de hoy nada tienen que ver con los de antes. “Por eso, desde el Ayuntamiento diseñamos programas e iniciativas que ponen el foco en las necesidades de los mayores, contando con ellos en la toma de decisiones. Tienen mucho talento y debemos aprovecharlo”, ha señalado.
Asimismo, el presidente del Comité Organizador, Ángel Barrera, ha incidido en que no hay ningún grupo de población que vaya a crecer tanto en las próximas décadas como el de las personas mayores de 65 años. “Por tanto, las empresas tienen que afrontar los cambios que se están sucediendo y responder a las necesidades de las personas mayores, ofreciendo productos y servicios adaptados a sus necesidades”, ha añadido Barrera. En definitiva, el impacto económico y social del envejecimiento de la población supone un reto sin precedentes.