El párkinson es una de las enfermedades más graves que existen, especialmente porque actualmente todavía no existe una cura para ella. Es más, dado el envejecimiento de la población, se estima que en 20 años se convertirá en la enfermedad grave más común en España.
Los tratamientos farmacológicos, fisioterapéuticos y sesiones psicológicas son algunos de los recursos médicos a los que recurren quienes sufren esta enfermedad neurodegenerativa, que suele afectar a la calidad de vida física, psicológica y social de quien la padece.
Sin embargo, esta situación podría mejorar considerablemente con la aplicación de un programa de entrenamiento del equilibrio para prevenir caídas y estimular la función cognitiva y psicológica en los afectados. Dicho programa se conoce como Square Stepping Exercise (SSE), una terapia implantada solamente en Japón actualmente, con unos resultados eficaces en las personas más mayores.
La Universidad de Extremadura ha adoptado esta terapia y la está implementando en los enfermos de párkinson. La investigadora Asun Mayoral Moreno es la que lo está llevando a cabo y lleva meses preparando su tesis doctoral vinculada a esta terapia rehabilitadora.
En su estudio participan 40 personas afectadas por la enfermedad, pertenecientes a diferentes asociaciones extremeñas (Almendralejo, Villanueva de la Serena, Mérida, Cáceres y Coria). En su práctica, se han creado varios patrones de pasos, los cuales los participantes deben seguir dentro de un programa de entrenamiento que requiere esfuerzo físico y función cognitiva, centrado en la atención, en la concentración y en la memoria.
La actividad en cuestión se desarrolla sobre una especie de alfombra que se divide en cuadrados de 25 centímetros cuadrados cada uno, que comprende múltiples pasos en varias direcciones, con hasta 2oo patrones de movimiento que varían en dificultad. La alfombra está diseñada para mejorar el tiempo de reacción durante el paso, así como el tiempo para recuperar el equilibrio después de un tropiezo.
La investigación se divide en los partes. Una primera que consiste en la aplicación del SSE tres veces por semana durante dos meses; y una segunda, en la que se valora la condición física y cognitiva de las personas que han participado. Respecto a la parte física, se miden las fuerzas de los miembros inferiores, la capacidad de marcha y resistencia, la velocidad y el alcance funcional. En cuanto a la parte cognitiva, se realizan pruebas prácticas con ejercicios mentales.
La terapia solo se ha puesto en práctica con los participantes de algunas asociaciones. Cuando finalice, solo quedaría la explotación de los datos para ver los resultados obtenidos. En caso de que los resultados fueran satisfactorios, la terapia podría ponerse en práctica en las propias asociaciones.
Por el momento, las personas que han participado hasta ahora exponen que han sentido una mejora en su vida diaria. Han manifestado tener una mayor flexibilidad y agilidad tras someterse a los ejercicios de la alfombra. Sin embargo, habrá que esperar a que se analicen los resultados para poder asegurar que se están dando los pasos correctos para mejorar la calidad de vida de muchas personas del mundo.
